La violencia sacude Chilpancingo: Presidente municipal es asesinado y decapitado tras una semana en el cargo.

La violencia que azota al estado de Guerrero alcanzó un nuevo nivel de brutalidad este fin de semana con el asesinato del presidente municipal de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán. Apenas había asumido el cargo hacía siete días cuando fue hallado decapitado dentro de una camioneta abandonada en la colonia Villas del Roble. Su cabeza fue dejada sobre el toldo del vehículo, mientras su cuerpo fue encontrado en el interior.

La muerte de Arcos Catalán fue confirmada en un principio por el presidente del PRI, Alejandro Moreno, a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter). Horas más tarde, funcionarios del gobierno del estado corroboraron la noticia. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, expresó su indignación y lamentó el homicidio, subrayando que este crimen enluta a toda la sociedad guerrerense.

Este asesinato ha generado una ola de miedo e incertidumbre en Chilpancingo, donde instituciones educativas y organizaciones de transportistas suspendieron sus actividades debido a la escalada de violencia. Durante la noche, las calles de la ciudad quedaron desoladas, mientras se desplegaron operativos de seguridad ante reportes de balaceras en diversos puntos de la ciudad.

El contexto de la muerte de Arcos Catalán es especialmente sombrío. Apenas unos días antes, el secretario de Seguridad Pública, Ulises C., y su esposa fueron asesinados, y días después, Francisco Gonzalo Tapia, secretario general del ayuntamiento, también fue ejecutado. Estos crímenes subrayan la creciente crisis de seguridad en la región.

La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación y se espera la intervención de la Fiscalía General de la República. Este es el tercer asesinato de un alto funcionario en Guerrero en tan solo unas semanas, lo que ha desatado alarmas a nivel estatal y nacional.

La viuda de Arcos Catalán publicó un comunicado informando que su esposo fue velado en la iglesia de la Santa Cruz, y expresó su dolor ante la pérdida. Norma Otilia Hernández, anterior presidenta municipal de Chilpancingo, lamentó la tragedia y pidió a las autoridades reforzar la protección de los funcionarios municipales.

La violencia en Guerrero sigue cobrando víctimas, mientras la ciudadanía y los líderes locales exigen respuestas urgentes para enfrentar la inseguridad que devora a la capital del estado.

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