Huracán John deja a Tixtla bajo el agua y agrava la crisis en Acapulco

 



Huracán John deja a Tixtla bajo el agua y agrava la crisis en Acapulco

En Guerrero, la devastación causada por el huracán John continúa afectando gravemente a los habitantes de Tixtla. El desbordamiento de la laguna "Espejo de los Dioses" ha dejado a más de 2,000 viviendas sumergidas, y los damnificados, que llevan ya dos semanas bajo el agua, claman por una solución rápida. Exigen a las autoridades el uso de bombas para desalojar el agua, como se hizo en situaciones anteriores con las tormentas Ingrid y Manuel.

Aunque la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Guerrero ha trabajado durante cuatro días en el bombeo, los esfuerzos solo han reducido el nivel del agua en un 20%, lo que ha generado desesperación entre los residentes afectados.

Acapulco: turismo en crisis

En Acapulco, el impacto del huracán John ha sido diferente pero igualmente devastador, especialmente para la industria turística. A pesar de que el huracán no dañó la infraestructura hotelera de la misma forma que lo hizo el huracán Otis el año pasado, la llegada de turistas ha disminuido drásticamente. Los visitantes han cancelado sus viajes, dejando vacías las calles y los establecimientos prácticamente desiertos.

Este desplome turístico ha agravado la crisis económica en el puerto. De los 22,000 trabajadores pertenecientes a los diferentes sindicatos de Acapulco, solo 3,000 siguen empleados. De las 20,000 habitaciones disponibles en los hoteles del puerto, 12,000 están operativas, mientras que el resto sigue sin ser reconstruido tras los estragos de Otis.

Migración y esperanza en la recuperación

Aunque el daño estructural ocasionado por el huracán John ha sido menor, el sector hotelero ha reportado un 80% de cancelaciones, y la ocupación apenas llegó al 20% durante el fin de semana pasado. Las expectativas para el próximo puente vacacional de noviembre y las festividades de fin de año son pesimistas, lo que ha dejado a miles de trabajadores del turismo en incertidumbre.

Frente a esta realidad, muchos han migrado hacia otros destinos turísticos como Cancún, Nuevo Vallarta y la Riviera Nayarit, o han cambiado de oficio para subsistir. Los que se quedan enfrentan dificultades diarias, ya que los costos de transporte suelen consumir gran parte de sus escasos ingresos.

A pesar de la situación, los trabajadores del sector turístico mantienen la esperanza de que Acapulco pueda recuperarse y volver a recibir turistas, confiando en que, a largo plazo, su esfuerzo y resiliencia den frutos.